La contaminación de los cuerpos de agua es una problemática creciente. Los desechos domésticos y/o industriales se vierten sin tratamiento previo o con tratamiento insuficiente a los ecosistemas acuáticos. De esta manera, se produce un deterioro progresivo y sostenido de la calidad físico- química y microbiológica del agua. En este contexto, la contaminación fecal convierte a los cursos de agua en una fuente de exposición microbiológica debido a la presencia de microorganismos patógenos que son excretados por materia fecal por individuos enfermos y portadores. En consecuencia, la calidad microbiológica del agua está íntimamente ligada a la salud de la población, más aún cuando los cuerpos de agua son utilizados con fines recreacionales.